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sábado, 3 de agosto de 2013

El dolor no es para siempre


Dolor

A María Eladia, pues cuando ardió la pérdida, reverdecieron los maizales”. Alejandro González Iñarritú

La cita anterior es la dedicatoria que aparece al final de la película 21 gramos. Era obvio que contenía algo más que la moraleja de la historia y me preguntaba si su creador hacía alusión a alguna vivencia muy personal. No me equivocaba. María Eladia es su esposa. Con ella comparte familia e intereses profesionales, así como la terrible experiencia de haber perdido al primero de sus hijos, a pocos días de nacer. Fue un verdadero infierno, como cabe imaginar y el dolor casi los destruye.