A
María Eladia, pues cuando ardió la pérdida, reverdecieron los maizales”. Alejandro González Iñarritú
La cita anterior es
la dedicatoria que aparece al final de la película 21 gramos. Era obvio
que contenía algo más que la moraleja de la historia y me preguntaba si su
creador hacía alusión a alguna vivencia muy personal. No me equivocaba. María
Eladia es su esposa. Con ella comparte familia e intereses profesionales, así
como la terrible experiencia de haber perdido al primero de sus hijos, a pocos
días de nacer. Fue un verdadero infierno, como cabe imaginar y el dolor casi
los destruye.