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sábado, 3 de agosto de 2013

El dolor no es para siempre


Dolor

A María Eladia, pues cuando ardió la pérdida, reverdecieron los maizales”. Alejandro González Iñarritú

La cita anterior es la dedicatoria que aparece al final de la película 21 gramos. Era obvio que contenía algo más que la moraleja de la historia y me preguntaba si su creador hacía alusión a alguna vivencia muy personal. No me equivocaba. María Eladia es su esposa. Con ella comparte familia e intereses profesionales, así como la terrible experiencia de haber perdido al primero de sus hijos, a pocos días de nacer. Fue un verdadero infierno, como cabe imaginar y el dolor casi los destruye.

En una entrevista, Iñarritú afirmó que estaba tan fuera de sí cuando murió Luciano que llegó a considerar maneras de vengarse de los doctores que lo trataron, que a su entender, no habían hecho lo suficiente por conservarle la vida, pero que tras un fuerte proceso llegó a comprender que, sin importar lo que hiciera, nada se lo devolvería. “Tuve que encontrar el modo de dejarlo ir porque sabía que si no lo hacía me volvería loco”, dijo.
 
No presumo de conocerlos, pero personalmente considero que si de todas las cosas terribles y antinaturales hubiera que elegir una como la peor de todas, esa sería sobrevivir a un hijo. Estoy segura que si ese hombre hoy puede referirle el tema a su esposa con tan profundas y hermosas palabras, es porque el horror de la muerte desembocó en una especie de renacer para ambos.
 
Si, el dolor de la pérdida paraliza, pero lo cierto es que aunque así lo parezca al principio, no es perpetuo. Hay tiempo en que nos cubre y no hay nada más que hacer, sino abrazarlo, pero también hay tiempo para liberarlo. Llega un momento en que tenemos que hacer las paces con la vida; sentir el ritmo interno que nos indica cuando llega el momento de continuar. No será como antes (nunca lo es porque la vida no es estática) pero podemos levantarnos, dar un paso hacia adelante y procurar que lo aprendido en el proceso nos sirva. Siempre y cuando lo permitamos, lo hará.

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