Páginas

domingo, 15 de abril de 2012

Las cartas del juego

La-vida

Cuando las cosas van mal o simplemente no van, lo último en lo que viene a nuestras cabezas es el optimismo y por lo regular asumimos una de dos posiciones extremas: nos resistimos a lo que es (haciéndonos daño, por supuesto), o nos declaramos incapaces y sin opciones (haciendo lo peor que sé puede hacer: nada). 

Pelearnos con la vida no funciona, como tampoco funciona cubrirnos con un manto de impotencia y resignación. Una mejor salida es aceptar la situación.  Esto significa que en vez de darnos cabezazos o quedarnos de brazos cruzados, nos detenemos ante el panorama, afinamos nuestros sentidos, nos conectamos con nuestro interior, con nuestra espiritualidad y hacemos lo necesario. En el proceso adquirimos claridad y recargamos baterías.

Nuestras vidas son sucesiones de eventos con oportunidades para descubrir quiénes somos y donde estamos en relación a lo que queremos.  Como en los juegos de cartas, el jugador no gana porque las suyas sean buenas o mejores, gana porque las usa bien, y aún cuando no gana, la práctica del juego afina sus facultades.

“Resistir no significa ser una víctima sino ser valiente y arrojada ante la adversidad. Aunque una persona no pueda modificar por completo una situación o un destino, debe entregarse a ello con todas sus fuerzas a pesar de todo”. CPE

“Para sobreponernos a lo adverso: primero sintonizamos nuestra sabiduría interior, luego, dónde estemos y con lo que tengamos, empezamos”. Saguaro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué opinas de este artículo?