La forma más sencilla de aprender el ciclo natural consiste en prestar atención a la naturaleza. Un jardín es un excelente maestro porque en el mismo podemos ver como las plantas van de un estado a otro sin resistirse a ninguna de las etapas. En un flujo constante, cada hoja, fruto y flor: nace, crece, se desarrolla y muere, dando paso a más hojas, frutos y flores.
En algunas ocasiones hay que dejar nacer y en otras hay que dejar morir. En principio no es fácil elegir, pero se puede aprender. Una buena propuesta es que seamos lo suficientemente auto-amorosas como para ponderar con honestidad nuestro sentir. Así, poco a poco aprendemos a dejar de sentirnos atraídas y/o empujadas hacia las causas que empequeñecen nuestras vidas y cambiamos a escenarios más prometedores.
"Aprendemos a dejar que nazca lo que tiene que nacer, tanto si están
ahí las personas apropiadas como si no. La naturaleza no pide permiso. Tenemos
que florecer y nacer siempre que nos apetezca. Lo que tiene que morir,
muere". CPE.
"Todas sabemos en los ovarios cuándo es la hora de la vida y cuándo es
la hora de la muerte. Podríamos tratar de engañarnos por distintas razones,
pero lo sabemos. A la luz de la ardiente calavera (consciencia), lo
sabemos". CPE
Muy interesante y real, lo más maravilloso de este ciclo es que aún siendo una parte de él, que un día partamos, el amor que demos en vida seguirá dando vida cuando ya no estemos fisicamente.
ResponderBorrarShalom,