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miércoles, 4 de enero de 2012

Aceptemos nuestro poder

Mujer-poderosa
Generalmente asociamos el Poder a símbolos externos de riqueza y a la influencia (o fuerza) que algunos ejercen sobre otros para que actúen según sus deseos. Mantenernos en esa limitada noción nos niega el acceso a la gran fuente del mismo que habita en nuestro interior a la espera de que nos decidamos a tomarlo. Para ello no precisamos engatusar, ni tampoco ser serviles,  miedosas,  jactanciosas o provocadoras, pues todo eso sobra cuando se trata de acercarnos a nuestra fuerza creadora, aquella que solo pide que penetremos a nuestro interior con honradez, tal y como somos.

Grabémonos esto: somos poderosas cuando accedemos a nuestros recursos internos y los administramos adecuadamente. Como todo lo que es valioso en este mundo, no basta con empoderarnos de ello, también debemos cuidarlo porque el poder no es solo beneficio, también es responsabilidad.
Aceptar nuestro poder traerá cambios a nuestras vidas. Resistirlo y entenderlo puede ser intimidante al principio, pero con el tiempo lo superamos, y luego no podemos apartarnos de él porque nos damos cuenta que es parte vital de nuestra propia naturaleza. Lo que experimentamos es creativo, positivo y  muy necesario.
"Ser fuerte no significa tener músculos y hacer flexiones. Significa afrontar la propia numinosidad sin huir, viviendo activamente con la naturaleza salvaje cada una a su manera. Significa poder aprender, poder resistir lo que sabemos. Significa resistir y vivir". CPE
"El respeto en presencia del poder es una lección esencial. Una mujer tiene que ser capaz de permanecer en presencia del poder, pues, al final, una parte del mismo será suya". CPE

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