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lunes, 26 de diciembre de 2011

Nuestras imprescindibles I´s (parte 2)

Fortaleza-interior

En nuestra primera entrega hicimos una mención introductoria de las dos herramientas indispensables para toda mujer: Instinto e Intuición. En esta oportunidad, la intención es exponer en mayor detalle sus significados y el importante papel que desempeñan en nuestras vidas. Ambos son legados de nuestro yo salvaje, a los que no debemos temer ni renunciar, sino más bien comprender, aceptar y dejarles actuar en nuestro favor. Cuando así lo hacemos, no nos arrepentimos.
Instintos: nuestros impulsos innatos 

El instinto ya está con nosotras al momento de nuestro nacimiento. Siempre está alerta y nos mueve a la acción frente a las distintas circunstancias. Es protector y portador de opciones creativas, además de señalarnos cuando y como actuar. En su ausencia somos vulnerables porque se atrofia nuestra capacidad de acción para cambiar lo que no está bien y aceptamos lo injusto.

"Una mujer nace con todos los instintos intactos. En el estado natural que le es propio, el yo salvaje no es dócil ni estúpido... está alerta y reacciona en cualquier momento y ante cualquier movimiento... no está encerrado en una pauta absoluta y repetitiva, válida para todas las circunstancias". CPE

La intuición: el tesoro en nuestro interior

La intuición es nuestra sabiduría natural, una voz interior a la que lamentablemente se nos insta a renunciar, partiendo del craso error de que la misma se contrapone al desarrollo de nuestra inteligencia. Nos permite captar los motivos e intenciones y nos indica la acción más beneficiosa que podemos tomar frente a una determinada situación. Es un gran poder, cuya desatención y/o renuncia conduce a pésimas decisiones. Es menester nuestra unión con ella porque nos permite desarrollar autoconfianza y una postura serena, no importa lo que ocurra.

"La intuición es el tesoro de la psique (mente) de la mujer. Es su capacidad instintiva primaria... se le da de comer vida, prestándole atención... le ocurre exactamente lo mismo que al cuerpo, sin alimento, sin ejercicio, se atrofia..." CPE.

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